26 de septiembre de 2011

Perdona. Olvida. Quiere.

No. Gracias.

¡Pero si lo tiene todo!, ¿cuál es el problema entonces?

Puedes acallar, puedes ocultar, puedes censurar. Pero no puedes ignorar. Y mucho menos avanzar. Aun así, de intentarlo, escoge bien con quien lo intentas. Porque nadie merece heredar problemas, preocupaciones o miedos. Sobre todo si nada de ello venía en la carta de presentación. Sentirse querido es muy agradable, pero para que funcione hay que saber querer. Y para saber querer, hay que saber olvidar. Perdona. Olvida. Quiere. Al revés, duele.

El problema era él. Y frente a eso no valían excusas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hello. And Bye. Thank you very much.

Anónimo dijo...

Hello. And Bye. Thank you very much.